el fenómeno de la guerra: causas y efectos

3 causas y 3 efectos lamentables del fenómeno de la guerra

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La guerra terminaría si los muertos pudiesen regresar.

James Baldwin (1924-1987) Ensayista, novelista y dramaturgo estadounidense.

Cuando hablamos de las 3 causas y efectos lamentables de la guerra, desde el punto de vista de un conflicto armado, lo primero que llega a nuestra mente es la imagen de un panorama desolador donde impera la destrucción y la muerte. A ello se le suma la incertidumbre y el estado de tensión que genera en nuestras vidas aun cuando nos encontremos a kilómetros de distancia. Comprender el origen de la guerra nos permite entender el porqué de su recurrencia a lo largo de la historia de la humanidad y a partir de esto, los efectos que esto puede ocasionarnos.

UNA DEFINICIÓN DE GUERRA SIN MATICES

La guerra es lo inverso a la paz, el debate continuado por otros medios; tal como lo reseña Clausewitz, “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. Todos sabemos a grandes rasgos lo que es, de hecho, al tratar de ubicar una definición de guerra nos encontramos con múltiples autores cuyas posiciones son diversas, no obstante, coinciden alrededor de los siguientes aspectos:

i) Es una lucha armada y, desde luego, violenta;

ii) Se da entre dos naciones o inclusive, dos partidos opuestos de una misma nación;

iii) Se presenta de formas diversas según la procedencia e intensidad de quienes combaten en ella;

iv) El concepto suele venir asociado a otras acepciones como el conflicto, usado como sucedáneo al concepto de guerra, sin embargo, esto no hace más que generar confusión ya que tiende a presentar como inofensivo el combate bélico atenuando la magnitud de la tragedia.

En resumidas cuentas, la guerra es una de las formas que tienen los seres humanos para resolver sus conflictos, su vigencia va más allá del mero enfrentamiento, es donde uno de los contendientes busca prevalecer sobre el otro desde el poder, cuya acción intencionada puede permanecer aún después del cese de hostilidades, haciéndole daño al otro ya sea de manera directa o indirecta.

Como generadora de calamidades, la guerra es una desgracia, independientemente de cuán virtuosos sean sus motivos.

3 CAUSAS Y EFECTOS LAMENTABLES DE LA GUERRA

Intentar comprender y/o establecer un patrón sobre aquellos aspectos que desencadenan las guerras resulta una tarea sumamente compleja. Dado que sus causas son multifactoriales, no es posible encontrar una única motivación; aunado a esto, estamos acostumbrados a escuchar que las razones suelen ser más o menos del mismo tipo, por ejemplo, económicas cuando el detonante es la conquista de bienes, recursos, territorios, entre otros;  político-ideológicas cuando hay divergencias entre una postura y otra; y finalmente, religiosas para lograr el predominio de una religión sobre otra.

Aun cuando todas esas razones válidas, la fuente de donde emergen esas causalidades provienen de aspectos más profundos y complejos, entre otras cosas porque las causas mencionadas tienen un carácter evolucionista, es decir, dependen de un momento histórico y una circunstancia específica, pero el origen, la fuente de donde emanan radican en la esencia de la humanidad.

1. La naturaleza del hombre

Dados los múltiples factores que podrían originar una guerra, la tesis que cobra mayor fuerza es que se trata más bien de una actividad propia y singular del hombre en sociedad. Con esto es posible afirmar algo que ya sabemos o sospechamos: el hombre tiene una tendencia aparentemente natural hacia el conflicto con claras evidencias a lo largo de la historia (búsqueda de alimentos,  supervivencia o para extender su territorio). El conflicto ha formado y forma parte de la vida misma.

Esta familiaridad con el fenómeno de la guerra está asociada al devenir histórico,  el ser humano la ha interiorizado y se ha convertido en parte de su identidad. Las guerras se iniciaron así en las mentes de los individuos y se pueden exteriorizar en su máxima expresión a través de la violencia, atentando contra la vida y alterando la organización social.

2. La necesidad/posibilidad de resolver conflictos

Uno de los argumentos que solemos escuchar con frecuencia es la necesidad de la guerra como último o único mecanismo para la resolución de conflictos cuando todo lo demás se agota. La pregunta en este caso es: ¿verdaderamente se agotan todos los mecanismos previos o se agota la voluntad y disposición de proseguir a través del diálogo?

Si consideramos la idea de que las sociedades humanas están acostumbradas a usar la guerra como un instrumento habitual de resolución de conflictos podríamos inferir que se trata de una salida fácil con innumerables posibilidades industriales de asesinar en masa y una gran desvalorización de la vida humana.

3. El pensamiento de libertad

El combate por la libertad ha sido la carta más jugada en los últimos tiempos convirtiéndose en uno de los motivos preferidos para hablar de la necesidad de guerra, pese al discurso y los esfuerzos que se hacen a favor del diálogo, no han dudado, ni por un segundo, en emprender guerras de liberación. Dicho esto, la guerra es deseable como un mecanismo liberador.

No le demos al mundo armas contra nosotros, porque las utilizará.

Gustave Flaubert (1821-1880). Escritor francés.

EL FENÓMENO DE LA GUERRA NOS AFECTA A TODOS Y TRAE EFECTOS LAMENTABLES

Como has podido leer existen 3 causas y efectos lamentables de las batallas.
causas y efectos de la guerra

A continuación, hablaremos de los efectos.

  1. La realidad es innegable, pensar que somos inmunes a los efectos de la guerra simplemente porque nos encontramos a kilómetros de distancia de donde ocurren los eventos y fuera de los márgenes de las naciones en contienda, es más que ilusorio, sobre todo si consideramos el hecho de que cada nueva guerra es un desafío para la humanidad dado los avances tecnológicos y el poder destructivo de las armas hoy en día.
  2. El nivel de afectación varía dependiendo de las circunstancias en las que nos encontremos, por ejemplo, si estamos en el epicentro de los acontecimientos, produce grandes sufrimientos que incluyen todo tipo de violencia directa, estructural, cultural y continuada, significa un alto a la vida para centrarse en la supervivencia.
  3. Ahora bien, los efectos generales que la guerra implica para cualquier individuo están asociados a la pérdida de la esperanza, a la pérdida de ese sueño utópico de vivir un futuro, así sea lejano, de paz perpetua y pacífico en donde reine la paz y la prosperidad como formas de realización de la felicidad.

A todo lo anterior se le suma que al pensar en una guerra, es inevitable no especular sobre el peligro de extinción de la humanidad dada la poderosa letalidad que han adquirido las armas como consecuencia de los avances científicos, todo esto nos genera incertidumbre por el futuro, desencadenando una oleada de sentimientos en nuestro interior que se traducen en: tensión, angustia, ansiedad y desde luego estados de alerta continuados que son alimentados por el bombardeo mediático sobre el acontecer mundial.

Así mismo, la la falta de veracidad de muchas de las noticias que circulan, pues como dicen por allí, en la guerra la primera víctima es la verdad. Todo esto puede afectar gravemente a nuestra salud mental lo que nos impedirá desenvolvernos de una manera saludable, para ello debemos ser conscientes de nuestras emociones y aprender a conocernos.

ALGUNAS FRASES QUE NOS PERMITEN COMPRENDER MEJOR UNA BATALLA

A lo largo del tiempo, muchos pensadores han reflexionado sobre este asunto. Estas posturas nos permiten comprender que aunque intenten convencernos de que la guerra es la única salida, la realidad es que nunca será la mejor opción.

Una de las frases más populares que hemos escuchado en estos últimos días en una atmósfera de tensión global, ha sido la de Erich Hartmann que postula que “La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian, se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian pero no se matan”, y que se complementa con lo señalado por George McGovern, quien advertía lo siguiente: “Estoy harto de esos viejos que sueñan con batallas a las que al final van los jóvenes a morir”,

Lo que nos demuestra una vez más que los que resultan verdaderamente perjudicados nunca son los responsables del conflicto.

Si meditamos conscientemente sobre ello nos damos cuenta de lo fácil que resulta tomar la decisión de ir a la guerra cuando quienes la originan no son los que han de pelearla; con absoluta maestría señalaba Thomas Mann, influyente escritor alemán a quien le otorgaron en 1929 el Premio Nobel de Literatura, lo siguiente: “La guerra es solo un escape cobarde al problema de la paz”. Pues luchar contra nuestra naturaleza para encontrar otras salidas es mucho más complejo que tomar la decisión de ir a la guerra.

John Abbot dice que “La guerra es la ciencia de la destrucción”.

Por su parte, Henry Miller, novelista norteamericano que se destacó por la transgresión, apunta que “Cada batalla es una destrucción del espíritu humano”, lo cual es ratificado por Juan Pablo II cuando dice apesadumbrado que “La guerra es una derrota para la humanidad”.

Si reflexionamos sobre estas ideas es posible discernir que la guerra solo trae destrucción, ni siquiera cuando se justifica por la necesidad de resolver un conflicto, los daños colaterales que genera siempre superarán a aquello que se pretendía resolver, es decir, aun cuando se gane la guerra siempre será una derrota para la humanidad, ya que La guerra ocurre cuando fracasa el lenguaje” Margaret Atwood.

Te invitamos a leer: Oración por la paz del mundo: Una necesidad en estos tiempos

CONSEJOS

  • Aprender de cada vivencia conflictiva.
  • Conocer más de la naturaleza humana.
  • Estar al corriente de los medios pacíficos que tenemos a nuestra disposición.
  • Conocernos y entender nuestras emociones y estados mentales para manejar de mejor forma la incertidumbre.
  • Tomar en cuenta las múltiples posibilidades para afrontar los conflictos.

Lecturas recomendadas:

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Por: Dra. Yamile Delgado de Smith

Yamile Delgado de Smith

Yamile Delgado de Smith es Doctora y Profesora titular Universitaria, escritora, articulista, investigadora acreditada, conferencista y desarrolladora de proyectos con un Postdoctorado en Educación. www.yamilesmith.blogspot.com Twitter: @yamiledesmith Instagram: @yamiledesmith

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